Los músicos siempre buscan las mejores herramientas para conseguir los mejores resultados. Herramientas que permitan mejorar el trabajo, optimizarlo o, simplemente, para ser más “guays”. Ryan Ferris es uno de estos músicos. Además de trabajar en “Front End Audio“, distribuidor oficial de EE. UU., es también músico.
Al trabajar tan de cerca con la música (y sentir tanta pasión por ella), que se encontrase con Samplitude en su vida no era más que una cuestión de tiempo.
Pero empecemos por el principio. Ryan nos ha contado cómo se convirtió en ingeniero:
Empecé en el mundo de la ingeniería de audio cuando tenía 15 años. Mi primera grabación fue con un magnetófono de 4 pistas. Unos cuantos años después me pasé al de 8 pistas. Todavía conservo ambas grabaciones y, como las cerca de 50 que tengo, las escucho regularmente. Si todavía no has grabado con un magnetófono de 4 pistas hay algo que te estás perdiendo, pues te obliga a ser de lo más creativo. En 2000 me compré mi primer ordenador (que utilizaba, sobre todo, para convertir mis grabaciones analógicas multipista en CD) y un amigo mío me introdujo en el mundo de los MIDI. Me acuerdo que en aquel momento pensaba: ¿¡puedo contar con una orquesta de 16 piezas?! Fue una experiencia de lo más extraordinaria. En 2002 terminé mis estudios en el Conservatorio de ciencia y tecnología del sonido y pude proseguir con mi formación en un estudio en mi ciudad de origen. En los meses que pasé en ese estudio, Bob me enseñó mucho de lo que actualmente utilizo. Aunque había trabajado con empresas de producción y hecho grabaciones en directo para algunas bandas, fue en este estudio donde aprendí casi todo lo que sé. Trabajar en mis propios proyectos, con amigos, tener el control de todo para conseguir implicarte al máximo en cada sesión y probar cosas nuevas es una sensación muy gratificante. No hace falta que diga que en los últimos 10 años mi estudio ha evolucionado bastante. Por lo general, si no estoy trabajando o durmiendo, podéis encontrarme en el estudio con casi total seguridad. Aunque me pase la mayor parte del día probando micrófonos para colocarlos en un lugar u otro, siempre vale la pena el día. Todo el trabajo que hice con Front End Audio, me dio la oportunidad de adquirir conocimientos y de explorar distintas maneras de instrumentar. Contar con instrumentos de buena calidad es importante y bien merece un desembolso. Todas estas experiencias me llevaron a MAGIX, y me siento orgulloso de utilizar Samplitude Pro. Su superioridad sonora lo convierte en una inversión que merece la pena. No se puede pintar una obra de arte sin saber cómo usar los pinceles o qué tipo de pincel usar. Es el momento de empezar a pintar.
Con respecto a Samplitude, Ryan comparte con nosotros su experiencia:
En tu opinión, ¿cuál es el punto fuerte de Samplitude Pro X?
Creo que el punto fuerte de Samplitude (el que me convenció realmente) es su calidad sonora. En los últimos 12 años he trabajado con ocho DAWs diferentes y Samplitude tiene, simplemente, un sonido mejor. La imagen sonora (de izquierda a derecha y de adelante a atrás) es más amplia y profunda y captura y reproduce los detalles de los instrumentos, así como su funcionamiento, de forma adecuada. Mantiene la dinámica y tiene un sonido natural y realista. Está muy bien tener un DAW tan enfocado en el sonido.
En segundo lugar, el programa tiene un flujo de trabajo profesional. Cuando miro la ventana del mezclador, tengo la impresión de estar sentado frente a una consola real. Su estructura es exactamente igual que las consolas de gran formato que usaba cuando aprendí. Lo que inicialmente creía que era una “curva de aprendizaje” era simplemente la DAW dándome un toquecito en el hombre y diciéndome “vuelve a la escuela y piensa como un ingeniero”. Una vez me acerqué a ello con un pensamiento más de ingeniero, todo tomó sentido. Aprecio mucho el hecho de saber que hay gente desarrollando softwares DAW pensando en los ingenieros.
Además, me encanta el hecho de que los plug-ins integrados se pueden utilizar al 100%. Funcionan y suenan tan bien como el propio Samplitude, ¡y esto es un ahorro importante!
¿Cómo conociste Samplitude?
Siempre estoy buscando una buena instrumentación; una pieza que pueda añadir a mi estudio y que no solo me inspire sino que también mejore mi trabajo. Los programas de audio disponibles son tantos que las posibilidades son ilimitadas. No obstante, disponer de todos los plug-ins e instrumentos virutales en el mundo no resulta relevante si uno no está siempre intentando compensarlo con otros aspectos del DAW. He buscado durante mucho tiempo un DAW que aporte el flujo de trabajo correcto y la mejor calidad de sonido. Esta búsqueda terminó cuando di con Samplitude.
¿Cuál fue tu primera versión de Samplitude?
Descubrí Samplitude con la versión Pro X. Todavía me queda mucho por aprender ya que, por ahora, solo he descubierto la “superficie” del software. No obstante, es muy fácil empezar a usarlo. En realidad no espero demasiado de una DAW; tan solo quiero que funcione bien como magnetófono y consola de mezclas. Samplitude cumple este propósito muy satisfactoriamente. Me encanta crear música tal y como se debe hacer.
Esta es la primera canción que Ryan ha producido completamente con Samplitude (con ayuda de algunos plug-ins externos). El bajo, por ejemplo, es un bajo microfonado con un Vandal añadido.
Para todos los que queráis echarle un vistazo, aquí está el enlace (por favor, tened en cuenta que esta página contiene imágenes explícitas): http://factoryofghouls.bandcamp.com/track/gracing-dismemberment
